Economia en crisis; ¿renovables también?
Uno de los principales temores de la industria de las energías renovables es la posibilidad de que la crisis financiera internacional paralice todo proyecto de inversión y aporte de capital a determinados emprendimientos por hacer pero, fundamentalmente, en aquellos que se han iniciado y temen por su cancelación.
Si bien se ha asegurado que los principales planes renovables se mantendrán, un nuevo temor invade a empresarios, emprendedores, científicos y expertos: la suba en los costos del carbono, que según los rumores podría colapsar en 2012.
Por un lado, hay analistas de mercado que ya pronostican que el carbono inevitablemente colapsará el próximo año debido a la sobreoferta reinante en el mercado. Incluso, aseguran que la tendencia se extenderá hasta el 2025. Esto significa que nadie querrá invertir ni ser dueño de una compañía asociada al carbono.
Por otro lado, las metas a cumplir en cuanto a objetivos energéticos determinan que hasta 2020 y 2050 se trabajará arduamente para que las energías solar, eólica, hidráulica y biomasa produzcan y generen más volumen energético. Es en ese plazo –de hoy a las metas de 2020, al menos- en que los mercados no prevén una estabilidad financiera ni una mejora económica durante al menos cinco años o más si es que el escenario no empeora.
En España, los principales proyectos de desarrollos energéticos cuentan con el capital inversor y más allá del incremento en precios y consumos, los objetivos no se modificarán en los próximos dos años.
La incertidumbre real para la industria de las energías renovables es inamovible: Si Europa continúa en crisis, ¿será posible evitar un derrumbe de proyectos renovables?