Qué son los glaciares polares
Los glaciares polares son grandes masas de hielo que se encuentran principalmente en los polos del planeta tierra. Sin embargo, un glaciar polar también puede formarse en un planeta enano o satélite natural que esté cubierto de hielo.
En el caso del planeta tierra, están ubicados tanto en la Antártida como en el Ártico. Cuando estos glaciares cubren mesetas e islas de latitudes altas se les conoce como casquetes polares o capas de hielo.
Los glaciares polares también existen en otros planetas como Marte o Plutón, aunque los de Marte están formados por hielo seco. Los casquetes polares del planeta tierra son:
- Casquete polar ártico: ubicado en el norte y abarca prácticamente todo el océano Ártico y Groenlandia.
- Casquete polar antártico: en el sur se encuentra el casquete polar antártico. Tiene un espesor de 1,5 km y cubre más del 95% de la Antártida. Este es el más grande y grueso.
¿Cómo se forman los glaciares polares?
Se forman porque las regiones del planeta que tienen latitudes altas reciben menos radiación solar por parte del sol que las regiones ecuatoriales. Por consiguiente, hay temperaturas superficiales más bajas.
En general no hay una composición o tamaño específico para que se denomine como casquete polar, solo es preciso que esté en la región polar. Además, la composición del hielo de un glaciar polar va a variar en función de dónde esté. Por ejemplo, los de la tierra son principalmente hielo de agua, mientras que los de Marte contienen dióxido de carbono sólido.

Nombres de los glaciares polares según el lugar donde se encuentran
Hay otras formas de llamar a estos casquetes polares y dependen del lugar donde se encuentren –áreas oceánicas o continentales–:
- Inlandsis (indlandsis): son los glaciares que cubren las áreas que corresponden al continente e islas cercanas.
- Banquisa: es una capa de hielo flotante que se forma sobre los océanos polares.
Por su parte, cuando los glaciares polares son muy extensos y antiguos, reciben el nombre de capa de hielo continental. Estos generalmente fluyen hacia el exterior para alcanzar los océanos y formar icebergs cuando se fragmentan.